miércoles, 26 de diciembre de 2007

Rodamón


Ya estoy de vuelta. La Toscana me obsequió con todo cuanto necesitaba. Sus colinas coronadas de cipreses, sol y nieve y tardes bañadas de la tranquilidad de ser cómplice a escondidas... Y después de estos días en los que me ha sido casi imposible navegar por estos mundos, vuelvo a emprender la marcha y estaré ausente hasta bien entrado enero. Esta vez me perderé por la Europa del este, por la ciudad de mi querido Kafka, el gran Rilke y de un todavía por conocer Vladimir Holan; de paso y de nuevo por Berlin, mi tan amado rincón y por todo lo que se tercie. Seguir desapareciendo para volver a recordar…

jueves, 13 de diciembre de 2007

Firenze.it



Empecé este blog en verano, sabía que debía pasármelo entero en Barcelona y mañana parecía estar muy muy lejos... pero mañana ya casi ha llegado: ¡¡¡empiezo vacaciones!!! Y estoy taaan contenta, no me lo puedo ni creer, ¡por fin! Es algo que habla por sí solo, mi cuerpo lo necesita, necesito hacer un descanso de mi vida, necesito cambiar el ritmo , que las horas se cuelen imperceptibles... y empezaré esta aventura en la vecina Italia, en la bellísima y misteriosa Firenze, me encanta. Necesito perderme por las calles de esa ciudad que me quedó tan presente desde que fui por primera vez hace (¡ya!) trece años, saborear su aire, sentirme acariciada por lo desconocido, sentir viva mi piel de la emoción, y dormir, y leer al ritmo de esos ratos largos y lentos que sólo aparecen en vacaciones, y desayunos al sol, y despertares diferentes... ¡Qué ilusión!



miércoles, 12 de diciembre de 2007

Dominus




Hoy ya no sé nada, el mundo parece ir del revés, o tal vez soy yo la que marcha a contracorriente, de verdad que ya no lo sé. Ya no sé qué es importante y qué no, aunque quizá soy yo la que tiene valores ya desaparecidos y la que se ha metido sola en una lucha contra mí misma. Ya no lo sé.

Y hablaré claro, menos no puedo. La Central es una reputada librería de humanidades de Barcelona (y de la mano de la también reconocida Ombres Blanches, en Toulouse), hasta la fecha es quizá en la que más horas he pasado perdiendo el norte… Ya hace un par de meses que hablé y di mi apoyo a una pequeña pero fuerte asociación cultural ubicada en Toulouse; entregando todos sus esfuerzos publican trimestralmente la revista de poesía Dixit en la que cobran vida esas palabras a menudo obviadas, jóvenes, vírgenes, palabras llenas de energía y esperanza, reivindicación, lucha por un mundo que quizás ya no pueda existir… pero lucha, y sencillez, y sentimiento, y valor. E innovación. Y por eso mismo, por esas ganas de surgir, de ser, sus palabras quisieron dar el salto y llegaron a Barcelona… y se entregaron a La Central.
Bien es sabido que una librería no puede esperar vivir de poesía, que esos infinitamente criticados best-sellers son los que permiten a esa genial minoría subsistir y encontrar su sitio; ésa es, según parecía, la filosofía de La Central: apoyar a la poesía, dar paso a los jóvenes creadores y a su potencial, dar oportunidades al pequeño grupo. Hace un mes y medio que entré por la puerta con Dixit bajo el brazo; pero tras un sinnúmero de llamadas, hoy por fin se han dignado a contestar y a reconocerme que han perdido no uno, sino absolutamente todos los ejemplares de Dixit que les entregamos. No merece la pena transcribir aquí lo que les he soltado, os lo podéis imaginar, pero ¿cómo c… se pierden cinco ejemplares (y menos mal que probamos suerte sólo con cinco) de una revista de poesía, así, sin más? Indignante. ¿Dónde narices está ese valor por el que aseguran luchar cada día? Quizás sean las Navidades, que al final son todos iguales, claro; que ahora se están cociendo un montón de “réplicas zafonas” y hombre, ¿un pequeñito Dixit? Bah, si de ésos llegan cada día cientos…
Qué pena, y qué decepción. ¡Qué profesionales! Si es que ya lo digo, así vamos. Llego a la conclusión de que ya no podemos esperar más.

Así que nada, de momento nos quedamos sin ellos, sin Tony, ni Benjamin, ni Pierro, ni Matthieu, sin todos los que están al pie del cañón; nos quedamos sin un pequeño gran tesoro. De momento…

lunes, 10 de diciembre de 2007

¡Premio!



Tawaki, muchas gracias por pensar en mí y en mi calidez, ¡es todo un honor! Te felicito también a ti por tu blog, por descubrirnos a cada vez algo nuevo, por sorprendernos con cada entrada nueva.


Así pues haré yo mi selección personal de los cinco blogs que más me gustan. Valga añadir que no me es fácil dejar de lado otros que encuentro increíbles... pero elegiré a los que brillan por su calidez (como reza el premio):

Leo

Raquel

Sir John More

Javier Menéndez Llamazares

It

Gracias a todos por vuestra calidez, me encanta dejarme llevar a otro lado.

martes, 4 de diciembre de 2007

Bello y salvaje animal

La entrada de Maritornes me ha hecho recordar la sensación indescriptible de estar ante no un buen libro, sino ante un libro increíble.

Las cosas, las sensaciones vienen y se van, de nosotros mismos depende que se queden. Lógico, claro; pero si nos ponemos a pensar un poco, es tan sumamente difícil oscilar entre unos y otros y saber conservar lo que tenemos... El primer relato de los seis que componen el libro de Fridolin Schley me ha dejado absolutamente perpleja, no logro apartarlo de mi mente; realidad y ficción, amor y muerte se mezclan hasta el punto de no saber dónde estamos, porque ambos resultan ser lo mismo, por muy absurdo que parezca. El amor nos vuelve a todos locos, porque es maravilloso y doloroso a la vez, esa contradicción nos atrapa y aunque queramos, no nos deja escapar, y hace que secuestrar a la propia esposa para que el síndrome de Estocolmo haga renacer ese amor perdido, sea una de las más bellas y sorprendentes historias de amor que he leído hasta hoy.

Este libro, recién publicado en la alemana Berlin Verlag, y que ya ha ganado el premio Tukan de este año, se está cociendo por aquí. Tendré que currarme un buen informe para que no lo dejen escapar; visto el panorama, cualquiera es capaz de decir que es arriesgado... Continuaré con el resto de historias, a ver donde me lleva.



viernes, 30 de noviembre de 2007

Paralelos

Me acompaña un suave tono mientras escribo y sorteo las direcciones a tomar. Todo da vueltas, todo cambia y vuelve a ser lo que era, y hay que prestar atención antes de perder el tren de los sueños. Todavía representa algo confuso, pero siento y sueño, y río y lloro a la vez porque le he conocido, y entre sus páginas aprendo a ser mientras doy la vuelta al camino del amor y de la vida y de la muerte. Encerrarse en sus líneas de color verde intenso y dulce, y no falta más. Porque entro en un mundo a parte del que no puedo salir, sin embargo tampoco lo quiero…
Vidas solitarias acompañadas, cerrar la puerta tras de mi y respirar la calma de la noche entre suaves tonos mientras escribo.

martes, 27 de noviembre de 2007

Melancolismo



Mareos y vueltas, hoy es un día extraño. Porque siento sin saber el qué, pero sé que siento, y que así debo pasarme ratos bien largos, muy muy largos.
La impaciencia se mezcla con la añoranza de un lugar cálido que fue, y que a veces busco a tientas entre dos puestas de sol. Pero no aparece, porque fue. Tengo que coger otro papel y tapizar el aire con uno nuevo...

martes, 13 de noviembre de 2007

Despertar

Creo que llevo viajando más tiempo del que pensaba... Es una sensación extraña pero curiosa a la vez despertar de un sueño en el que uno no estaba dormido; todavía ahora se me ve la marca de la almohada. Y, ¿cómo despertar? ¿del todo? ¿Significa eso que he estado ciega, que no he sabido ver a dos palmos de mi propia nariz? ¿O quizá que las lágrimas me nublaron el paso?
Tantas y tantas preguntas... para despertar sin ninguna respuesta. Y me froto los ojos, color del otoño perdido, e intento buscar el camino de vuelta, sin paradas. Y prevengo a mis pies de las heridas por venir, y cierro la ventana para no ver más esa luz impertinente y fría. Y en la oscuridad busco una sonrisa, su sonrisa, la que me dice que puedo seguir durmiendo cuando me despierto asustada y perdida en un viaje del que no sé volver.
Caminos insondables de ida y vuelta, y todavía sigo durmiendo.
Mañana será otro día.

jueves, 8 de noviembre de 2007

berlinerisch


Algunos buscan una perfección que ni existe, ni es posible. Y hay otros que como lo saben, desisten para no picarse los dedos con el canto de la realidad. Porque duele, duele inmensamente alzar la vista y verse envuelto por un mundo real. Entonces vuelas a otra parte y finges que lo aceptas, que tu día a día es lo que es y lo sabes, pero tienes en el fondo el poder de poder elegir, porque ves dos mundos en uno y vives en los dos.
Y yo mañana voy a escaparme, a otro pequeño universo, a Berlin, a soñar lo vivido y a recordar lo que no quiero olvidar; a perderme en sus calles, a ver la puesta de sol desde cualquier parte del muro, a coger caminos distintos de los que tomo cada día, a vivir en otra realidad.

Nos vemos en otro lado... otra historia no es posible.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Días platónicos

Hay días normales, días en que parece que las cosas se moverán al ritmo acostumbrado. Pero te levantas al día siguiente y te das cuenta de que has vivido algo que jamás volverá a repetirse. Entonces deseas volver, vivir de nuevo aquel abrazo para poder saborearlo hasta el infinito, oler el aire de la noche y retenerlo para siempre...
Me gusta ponerle color a las cosas, es una manera de hacer míos y sólo míos los momentos fugaces que parecen tan transparentes.
Menos mal que la vida está plagada de buenos y pequeños momentos que me hacen recordar que sigo viva, que no soy parte de ese océano que engulle lo que se le pone por delante y que hace desaparecer el color de la vida.
Gracias por esa dulce noche azul...

miércoles, 24 de octubre de 2007

Abismo

Tenemos y perdemos, y el abismo que parece habitar entre ambas posibilidades se convierte en una fina línea que cruzamos sin darnos cuenta. La suma de dos implica la resta de muchos otros, y cuesta llevarlo encima y ser uno en vez de dos.
No tengo ganas ni de sumar ni de restar, quiero ser una y sentirme dos, y quiero despertar y sentir el aire que esta mañana parecía acariciarme...
Una sonrisa... ¡qué suerte he tenido!
Te echaré de menos.

martes, 23 de octubre de 2007

Ya martes...

Esto está sobrepasando mis límites. Por favor, que alguien me explique lo que significa que una editorial, en teoría decente y con renombre, le pida a una servidora corregir (atención) en 7 días ¡¡¡una novela de 560 páginas!!! Pero a ver, ¿qué tipo de literatura esperan que resulte de este experimento?
Así vamos, no me extraña.

lunes, 22 de octubre de 2007

El peor día

"Un par de días después del peor día, cuando me dirigía a mi primera cita con el doctor Fein, vi a la abuela cruzando Broadway cargada con una enorme roca. Era tan grande como un bebé y debía de pesar una tonelada. Pero esa nunca me la dio, y nunca la mencionó."


Subir, bajar, perderse y no encontrarse. Cuando te levantas del revés, se acabó lo que se daba. Será seguro un post como tantos otros, pero odio los lunes. Muchos aseguran que lo suprimirían, pero entonces los martes pasarían a ser lunes y entonces también tendríamos que suprimirlos, y así los miércoles, y los jueves... no tiene sentido. Cuando me levanto del revés, entonces, pienso que vale más aprovechar lo que tengo, que cagarse en ello. Porque sea cual sea el día de la semana, todos tienen 24h.
Hoy pienso que hace sol, el día es bello y, aunque lunes, da gusto mirar por la ventana. Pienso que es lunes, pero ¿qué mejor que un lunes sola en la oficina? Así que pienso que es genial disfrutar de este tiempo tan preciado, con el increíble libro de Jonathan Safran Foer entre mis manos. Un libro de los que valen realmente la pena, uno de los que salvaría de la hoguera (dado el caso). La voz de un niño se impone por encima de todo, y nos recuerda que vivir un lunes como el que yo estoy viviendo hoy no es nada, porque hace sol y lo puedo disfrutar, porque estoy sola y puedo leer tranquilamente una historia surreal pero real, y ¿quién dice que no puede suceder de verdad? ¿Quién dice que no podemos vestirnos con una camisa voladora?
Mi padre me contaba historias fascinantes, la de la camisa voladora no se le pudo ocurrir, nadie se había lanzado a lo bestia con un avión sobre ninguna torre gemela, pero me enseñó a vivir entre dos abismos, a disfrutar de cada día, porque cada día es único e irrepetible, y cada día hay mil historias escondidas entre la gente a las que sólo yo (y tú) puedo (puedes) dar vida. Antes o después del peor día, como Jonathan Safran Foer y Oskar Shell. ¿Quién dice que un sobre no es motivo para una sonrisa?

miércoles, 10 de octubre de 2007

Frankfurt

Bueno, ya ha empezado, la carpa ya está montada y cada uno en su sitio listo para la función. La Feria (y con mayúsculas) de Frankfurt ha arrancado con palabras mayores y, cómo no, con la ya tan aburrida polémica al día. ¡Pero qué pesados están con eso de los que escriben en català o en castellano! Si lo más importante es que existimos y que nos quieren escuchar, ¡qué más da en qué idioma nos expresamos! La cultura es algo que va mucho más allá de sólo la lengua. Me ha sorprendido mucho que en el discurso inaugual el sr. Boos mencionara (por enésima vez, pero es que ya lo sabeeeemos) el hecho de que algunos escritores catalanes que escriben en castellano no hayan aceptado su invitación, como algo a lamentar. ¿Y los que han venido? ¿Y los que harán acto de presencia y que casi ni en su propio país los conocen? Me niego a pensar que sea una premeditada estrategia de comunicación, pero viendo cómo está de machacado el tema... ¿qué narices pretende? Igual que ese periodista (al que ya tienen calado) que allá donde va lanza siempre la misma pregunta "¿Qué me dicen de los catalanes que escriben en español y que no aparecerán por la Feria?". ¡Qué rabia y qué pesados! Yo quiero saber qué se cuece por allí, quien hay (y no quien no hay), qué libros... y no hay manera.
Nuestro señor presidente (de la Generalitat de Catalunya), Montilla, ha participado esta mañana en la tertulia d' Antoni Bassas en Catalunya Ràdio que esta semana se retransmite desde Frankfurt... ¡a buena hora se me ha ocurrido intentar seguir su conversación, un poco más y me caigo dormida en el escritorio! Me ha hecho tremenda grgacia la respuesta que ha dado cuando Bassas le ha preguntado qué libros lee. Su respuesta automática (¡¡Montilla espontáneo!!) ha sido la de afirmar que lee poca literatura, que tiene tantos y tantos informes por leer que no le queda mucho tiempo (o ánimo) para abrir muchos libros... su segunda respuesta (corregida y aumentada) ha sido para rectificarse y admitir que sí lee, pero sobre todo en periodos de vacaciones o en los fines de semana. ¡Mentira mentira, que se te ha "escapao"! Y para más INRI Bassas le ha preguntado cuáles está leyendo en este momento, a lo que el señor presidente ha contestado que "ahora leo el último de Vila-Matas y también compré uno de la trilogía de Javier Marías"... ¿lee o compra? Que una mentira no se arregla con otra, ¡¡antes se pilla a un mentiroso que a un cojo!! Que estar enganchado a Anatomia de Grey no es ningún pecado...

jueves, 4 de octubre de 2007

Octubres

Ya estamos en octubre, y casi sin darme cuenta. Qué pena dejar de ser conscientes de los días que se cuelan sin querer, parece que no he vivido nada. Llevo casi 10 días corrigiendo, dos novelas, dale que te pego, parece que voy a volverme loca... casi 800 páginas leídas, sin exagerar, y no doy para mucho más (tenéis que contar con las 40 horas semanales que dedico a ganar el pan...). Es gracioso la condición en la que me he visto sumisa, correctora en lugar de coordinadora, aunque por lo menos dentro del proceso; pero catalogada como nada, pagada como nada y en consideración de nada; eso sí, somos los de los favores, porque el traductor que se cuelgue si quiere, no hay problema, el corrector (el pringado de turno) nos sacará del apuro. Y aquí estoy yo señores, tras una maratoniana semana de la que salgo con los nervios de punta y la sensación de haber dejado tras de mí la oportunidad de vivir un poquito.
Así que... soy correctora, y lo de la coordinación a lo mejor me lo pido para Reyes este año. Y si me cae la gorda igual me paso por Frankfurt la semana que viene.
Carai con este octubre, ¡y mira que ni noté que ya había llegado! Pero sí, ya está aquí, y va fuerte.
Lo de las ferias es un mundo la mar de curioso; curioso y desconocido, al menos para mí. El otro día tuve la oportunidad de estrenarme en Liber, gran hazaña. Jamoncitos riquísimos, y vinitos y unos tacos de queso espectaculares. Mucha parafarnalia, eso es lo que vi, y mucha industria. Magnates editores para todos los gustos, y libros y más libros, contactos y muchas sonrisas de cartón. Y mi interés desesperado por formar parte de todo ello desde fuera, desde el amor por las letras y la literatura, por las causas perdidas. Y por eso mismo y por mi cara bonita desde Liber transbordo directo a Frankfurt, gracias a uno de esos contactos que asquerosamente dirigen el departamento de RRHH de cualquier editorial "interesante". Sería increíble pasearme por allí con mi cara bonita y catalana, ¡ja! Ojalá todo fuera eso... pero todos son peces gordos, y ya se dice que quien más tiene menos da, y su pecera es su pecera y de nadie más, y si no eres de los gordos, nada de sardinitas, a la pecera de otro. Así que la semana que viene, si una pececita gorda decide quedarse en casa, una servidora tendrá la oportunidad de bucear con los grandes y repartir botifarres a tó quisqui mientras pongo mi mejor de las sonrisas... y me jarto a vinito de mi tierra... ¡¡¡mmm!!!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Aburrimientos

Estoy aburrida. Reconozco abiertamente que llevo más de un mes intentando leer un libro, y es que no hay manera. Voy por la página 109 y mejor no contar las que todavía me quedan para no morir en el intento.
Llevo ya así más de medio año, libros horribles, pesados, aburridos, sin otro valor que la suerte de haber tenido éxito en su país.
Lo de los informes literarios suena bien, al menos eso pensé cuando una editorial de Barcelona me lo propuso. La literatura es mi pasión, así que ¿qué mejor que cobrar (una miseria, todo sea dicho) por hacer lo que más me gusta? Y hasta que me dieron el primer libro: una novela negra alemana, un rollo, mal estructurada, caótica y con cinco mil tramas que me perdían y que hacía que la lectura, ya de por sí complicada por el idioma, se me hiciera más que pesada. Tras un informe matador, pasé a otra novela negra (y que tanto detesto) también en alemán, algo más estructurada que la primera que leí pero que, sin duda, carecía de toda originalidad; parecen todas salidas de un mismo patrón: un policía aparece en escena, normalmente en su casa con su mujer embarazada de la cual está perdidamente enamorado. Encuentran el cadáver, empiezan las investigaciones y al mismo tiempo conocemos al ayudante del comisario y a la novia del asesino. Y hete aquí la trama, hasta que lo pillan o se suicida.
Desesperada fui en busca de los siguientes libros, dos, ambos en francés, traducciones del chino. Grata sorpresa, no eran novelillas de crímenes por resolver, eran dos joyas, dos libros increíbles, de esos a los que hay que salvar de la hoguera. Sin suerte, sin embargo. Su lectura, la cual saboreé hasta no poder más, me llevó unas cuatro semanas (con ambos informes incluidos); pocos informes había hecho en mi vida, pero creo que me costará encontrar otro libro que me dé tanto que decir.
El día que quedé con la editora entré triunfante por la puerta, con la sensación de haber descubierto un diamante en bruto. ¡Ingenua de mí! Me escuchó, faltaría más, incluso compartió mi alegría. No así el director editorial, quien muy "inteligentemente" sentenció que el libro era "demasiado arriesgado". Capullo.
Ésta fue mi primera desilusión con el panorama editorial, llamadme ilusa, romántica, pero ¿dónde quedan los buenos escritores?, ¿cómo pueden publicar una mierda de thriller alemán (como cientos) y dejar perder una joya como Yan Lianke?
Yan Lianke nació en la província china de Henan. A pesar de sus primeros pinitos como escritor para el ejército chino, decidió utilizar su talento para denunciar las atrocidades cometidas en la dictadura comunista china. No es de extrañar, pues, que haya sido censurado en su país natal; buena señal. Sus historias te transportan a un universo mágico, metafísico, teñido de cruda e injusta realidad; te permiten entrar en un mundo desconocido y a parte sentirlo, observarlo, juzgarlo.
Obras como las suyas deberían estar a la orden del día, con tanta novela cutre de kiosko no llegaremos a ninguna parte. Amén.

lunes, 17 de septiembre de 2007

El concierto de mi vida

Después de este fin de semana puedo decir que me siento satisfecha: he cumplido uno de mis sueños, el de ver en directo al grupo que me abrió el camino. Massive Attack actuaron el pasado sábado en un nuevo festival itinerante (no se les acaban las ideas, no) entre Barcelona y Madrid. Llevaba más de tres meses esperando el momento, maldita la espera. Fue un concierto emocionante, más por lo que el grupo significaba para mí que por lo que transmitieron; se afanaron y nos ofrecieron una larga hora y media de sonidos intensamente emocionantes, pero Massive Attack, y se vio una vez más, no puede compaginar los directos con el transmitir de su música; ella te lleva a otra parte, en una nube, flotando, sientes y no sientes, sólo dejarse llevar por su latir... es algo indescriptible, algo que sólo podemos decir los que hemos hecho de ellos una parte de nuestro sentir. Pero el sábado me quedé donde estaba, maldita la espera.
Aun así hay que decir que se esforzaron, y saltó a la vista. Emocionante ver su música, el grupo al completo, y allí, a tan sólo unos metros de mí... impagable.
La próxima vez iré ya preparada, los pelos de punta eso sí, pero mejor ellos y yo, cara a cara.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Aún se cree en los sueños

“En el siglo XIX no siempre se admitió que el gran público sólo desea diversión”.

Por fin en mis manos el tan esperado "Manual del editor" de Pimentel en su propia Berenice. Recién salido del horno, ya era hora. Me pregunto por qué tan poco interés en academizar la profesión de los editores; o más concretamente, en ponerlo al alcance de nuestras manos, las de los mortales de a pie. Quien tenga una burrada de pasta, o quien haya sido tan eficiente para conseguir ahorrar esos 5.500 € (y que me lo cuente...), no tendrá problemas en entrar en el desconocido mundo de los que editan o, vulgarmente, sacan libros. Me resisto a pensar que estarán metiéndolo todo en el mismo saco, que tal un libro un aspirante a editor... aunque viendo la mentalidad de la mayoría de editores, que nos embaucan y nos hacen creer que lo que hacen es literatura, pues no me extrañaría. Desmotiva ver catálogos deplorables, patéticos e incluso me atrevería a decir ridículos. Recomiendo fervientemente otro manual, el de André Schiffrin (el hijo) "La edición sin editores". Grandes editoriales como Penguin Books o la New American Library aún tenían por política publicar “buenos libros para mucha gente”. Pero hoy en día, en que prevalece el placer rápido, al momento y efímero, la literatura de kiosko ha ganado terreno a la literatura que esconde un placer inusitado entre sus páginas, a la que pesa en un primer momento pero que es para siempre.

Quedan pocos que vivan de y por la literatura, en Toulouse existe todavía un pequeño rincón de los sueños. La editorial Délit que en poco tiempo dará a luz sus tres primeros libros a la par de la revista de poesía Dixit, me ayudan a creer todavía en el poder de la palabra, en el efecto reconfortante que tienen las páginas y páginas en las que me sumerjo y que me ayudan a volar a otra parte sin moverme de ningún sitio. En poco tiempo, si todo va bien, empezarán a distribuir en Barcelona y nos permitirán deleitarnos de pura literatura, desnuda, sencilla.

Seguiremos informando.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Vuelta y vuelta

«¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuán bella es la humanidad!
¡Oh mundo feliz,
en el que vive gente así!»

Porque no tiene fin, y manda huevos. Yo porque de vacaciones nada, a excepción del maravilloso puente del 15 de agosto y de los fines de semana que me he pasado divagando, pero ¡horror el ponerse en la piel de aquellos que habían olvidado lo que implicaba levantarse pronto! Los optimistas pensando en lo renovados que han vuelto tras el adorado agosto, y la mayoría, los pesimistas o según se mire los realistas, desesperados pensando en el siguiente puente, en los días en que cae, en el deseo de escapar... quizás hable por mí misma. Metida en el coche dirección Barcelona, Catalunya Ràdio, carreteras que empiezan a ser objetivo de grandes retenciones y, cómo no, Renfes y movidas, atascos humanos en el Clot, sardinas desesperadas ¿en busca de qué?, ¿de una salida hacia el trabajo? ¡¡Eso sí que es vida señores, la gran vuelta al cole!!


Como máquinas, porque ese agosto no es más que un cutre "stand-by" para hacernos creer que todavía existe un sentido en nuestro día a día, para hacernos creer que todavía llevamos las riendas de nuestra senda... benditos los pocos Bernard Marx, o los que quedan.
Y ¿qué hacer? Opciones, muchas; posibilidades, pocas. Cada cual a su manera, pero ser más inteligente que el que cree que es el más inteligente es lo más inteligente y lo que por mi parte intento cada día. Huir de ello, volar y crear los propios rincones en los que esconderse; el mío próximo, Londres, Frankfurt o Budapest (bendita Iberia cuando se trata de sus puntos), ida y vuelta, como decía mi profesora de literatura sobre la regla de las 3 C: corto conciso y correcto. Suficiente para respirar de verdad y para recordar que existen todavía razones por las que levantarse a las 7. Y es que manda huevos tener que ir cada día con ojos de zombi, tener que tomarse cada día un café (o dos o tres, según la víspera) para ser persona (en mi caso una coca cola, manda más huevos), tener que sonreír cada día al que te da de comer, literalmente.

Me lo estoy planteando...

martes, 7 de agosto de 2007

Veranos

Quizá sea porque éste es el primer verano que paso enterito en Barcelona (trabajando... sino ¡de qué!), pero tengo la sensación de que estamos presenciando un verano rarísimo, vamos, que pasan cosas fuera de lo que es común según el orden establecido.

Me explico: por un lado el tiempo (meteorológico), de un fresquito inusitado que rompe con cualquier pronóstico que la mayoría hicimos tras un invierno en el que no pasé de la cazadora. Hoy, como ayer, no hace sol, el día es gris... y encima esta noche amenazan lluvias que arruinarán el concierto de Perico Sambeat en el Grec, ¡y es que las entradas me cayeron del cielo (de la radio)! Pocos momentos extras que tengo, y me los arruina el tiempo.

Lo cierto es que no tengo para nada la sensación de estar en verano, mi vida continúa igual que hace un par de meses con la excepción de que los fines de semana me los paso divagando por donde puedo. Mi primera parada fue Burgos; tremenda y bellísima catedral, como lo es también la ciudad y su gente, no olvidaré nunca la ruta nocturna que nos ofrecieron unos casi desconocidos a cambio tan sólo de ronda va ronda viene. Lo extraño de esa noche fue sin duda su comienzo; tras ya un par de copas (y las copas en Burgos son más que copas...) alguien comentó que en la universidad de Toulouse se había programado una asigntaura de literatura española dedicada a Zafón. Máxima indignación, alarma, no me lo podía creer, ¡¡Zafón en las aulas!! Con todos mis respetos (y respeto a todos los que aman la literatura y se arriesgan a dejarse llevar por ella, es una gran aventura) pero... ¿Zafón? Quizá sea porque no pude llegar a digerir su venerada "Ombra del vent" por parecerme vacía, insulsa, aburrida... pero dudo que en materia de literatura contemporánea sea él quien mejor pueda representarla, teniendo en cuenta que además está en pleno bajón. Por ello me pregunto a quién se le ocurriría semejante barbaridad teniendo además joyas como Quim Monzó o Javier Cercas, por citar a dos joyas. El tema, como es de suponer, generó controversia. La Sombra gustó a la mayoría y por consiguiente no entendían mi argumento, que por sólo haber conseguido vender miles y miles de libros no se convertía en "gran escritor"; escritor, sí, pero no de bandera.










jueves, 2 de agosto de 2007

Personajes y Sueños

Hace unos días estaba cenando en nuestro balcón con unas amigas, era una noche como muchas otras: cervecitas de entrante, vinito para la cena y el whisky esperando a los postres. Ellas hablaban, yo tenía la cabeza ida no sé donde, como si por un determinado instante hubiera desaparecido de la terraza. Estamos tan sumidos en nuestro propio mundo... pero es la única manera de sobrevivir a la ola aglutinante de la gran ciudad. Muchos dicen que vivimos envueltos por el individualismo materialista, por el egoísmo y el egocentrismo; no lo negaré. Pero sin ello... ¿cómo podríamos pasar de un día a otro sin ahogarnos en los demás?
Bueno, no era del idividualismo de lo que quería hablar, lo dejo para otro día. Estaba en el balcón, en las birras, el vino y el whisky, y mi desaparición momentánea. Envueltas en la cálida brisa de finales de julio intentábamos disfrutar del verano en la gran urbe bebiendo, riendo, charlando al ritmo del jazz que tanto le fascina a mi amiga. Y pasó, entonces pasó ese hombre que como otros parecía tan normal. Era ya más de medianoche, y un tío vestido de negro parecía pasear enfrente de nuestro piso; llevaba los walkmans puestos y en una de las manos sostenía algo que parecía un vaso. Todo podría haberse quedado allí de no ser porque volvió a pasar una, dos, tres, cuatro, cinco veces... ¡y así estuvo hasta la 1 de la madrugada! Realmente alguien extraño, podría haber sido tantas cosas... alguien cansado de estar en casa con ganas de moverse un poco, alguien con ganas de escuchar música al ritmo de sus pasos, alguien sin rumbo, desesperado, alguien enamorado, alguien triste... mil posibilidades. Pero la cosa no pasó de ahí, la noche acabó como estaba prevista. El fin de semana transcurrió, como dicen los catalanes, "sense pena ni glòria", hasta martes. De nuevo teníamos visita, preparamos una cena que más bien parecía una bacanal de comida, ¡menudo hartón nos pegamos! Cervecita, vinito... y de nuevo el tío ese misterioso, dando vueltas y vueltas a la manzana, también con la música puesta pero esta vez llevaba una bolsa con dos barras de pan. Mi amiga y yo extrañadísimas, y nuestros invitados sin acabar de creerse la versión de la historia "¿Un tío que se dedica a dar vueltas y vueltas hasta altas horas de la noche?" Sí, sí, y además en un tiempo récord: ¡¡5 minutos!!

Hace poco leí la Trilogía de Auster... y por un momento me sentí dentro de una de sus historias, buscando y navegando en un mundo ajeno al mío pero que, sin embargo, sentía propio, no sé muy bien porqué, de algún modo me identifiqué con esas ganas de ser ajeno y ocultarse en otra curva, de esfumarse y desaparecer sin ir a ningún lado. Pensé que eso daba para una novela entera, mi sueño, escribir una algún día... pero también reflexioné sobre las posibilidades de hacerlo y bien... casi le pasaría la historia al sr. Auster.

Y la cosa no acabó ahí. Ayer mi amiga y yo volvimos a cenar en la terraza, verduras a la plancha, los restos de la fabulosa tortilla de patatas que hace su madre y, cómo no, una botella de vino blanco al ritmo de un rock suave. Nos dejamos llevar por el encanto de la situación, por el airecillo que nos refrescaba, por el vinito y su dulce abrazo... cuando volvió a pasar el sujeto en cuestión. Esta vez sí, esta vez sí que nos quedamos paradas de asombro, yo no sabía qué pensar, era como un sueño, un personaje realmente vilamatiano (palabra que, por cierto, me da una rabia increíble, pero que en este caso va como anillo al dedo). Y pasó una, dos, tres, cuatro, cinco, ¡hasta diez veces! Y sentimos la imperiosa necesidad de averiguar lo que este tipo hacía paso tras paso, vuelta tras vuelta: cogimos la moto, la curiosidad nos picaba demasiado. Pero claro, ¡cómo no pensamos en las dichosas leyes del tráfico! Nuestro perseguido se metió por una callejuela que para nosotras era dirección prohibida... ¡menudo chasco! De todos modos no hubiéramos averiguado mucho, ahora sabemos exactamente la ruta que hace, pero lo que busca sigue siendo un misterio.

La de ayer fue una noche en extremo rara: primero porque no todos los días perseguimos a la gente por la calle, en plan novela juvenil de Enyd Blyton; y segundo porque para mí ha significado el romper con el día a día, porque las personas hablan sin palabras, nos dicen cosas en silencio y no nos damos cuenta, estamos totalmente absorbidos por el individualismo del que hablaba al principio, tanto, que subestimamos la aventura de soñar.

martes, 31 de julio de 2007

Escritorio

Aquí estoy, sentadita ante el escritorio de los que me dan de comer, donde voy a pasarme los siguientes 31 días de agosto (exceptuando fines de semana y el puente del 15 que tan gentilmente me concedió mi jefe). Llevo un buen rato pensando qué escribir en esto que es tan nuevo para mí, pero no se me ocurre nada, o al menos nada que posea la propiedad de ser interesante. Lo cierto es que sencillamente tenía ganas de escribir, y eso es lo que voy a hacer; sobre literatura, sobre el misterio del olor a páginas... y también sobre todo en general.
Supongo que debo empezar, ya que éste es el principio de mi aventura, por hablar un poquito de mí misma; no suelo hacerlo mucho, pero es lo mínimo si lo que estoy haciendo es inaugurar mi propio espacio... Tengo en mano la carrera de filología alemana, sí, filóloga; me suena raro porque después decidí que, a falta de recursos por el deseado máster en edición (benditos másters...), iba a especializarme (¡qué horror de palabra!) en gestión cultural. Pero por capricho de lo que algunos llaman destino cayó en mis manos la oportunidad de traducir un libro. Éste no era nada del otro mundo, todo hay que decirlo, pero fue una experiencia que recordaré siempre, pues me abrió las puertas a un nuevo mundo del que yo casi no sabía nada; me refiero al laberinto de las correcciones, a las horas y horas buceando entre textos, al mareo entre palabras... y al mundo de las editoriales y sus colaboradores externos. Nada fácil de compaginar con el nivel de vida que se nos exige, y por supuesto que el escritorio que he nombrado al principio no se encuentra ni en ninguna agencia ni ninguna editorial. Pero bueno, todo sea por llenar ese vacío al que hoy en día estamos todos condenados...
Así que en el fondo, ése es el objetivo del blog: vaciarme de ese vacío y volver a empezar.