viernes, 23 de mayo de 2008

El baúl y los recuerdos

Soy mujer de costumbres, de sencillas costumbres que me alegran las mañanas, las tardes, las noches. La radio por la mañana me es algo imprescindible, recargo las energías que dejo olvidadas en la cama y entro por la puerta de la oficina con una sonrisa que tiene el valor de ser de verdad. Ayer Toni Basas en su genial “Els matins de Catalunya Ràdio” presentó un reportaje que despertó en muchos de los que estábamos escuchando ese guiño nostálgico y de añoranza que nos llevó a creer que cualquier tiempo pasado sí puede ser mejor. Fueron entrevistados un grupo de jóvenes de 25 años (más o menos), que hablaron de sus costumbres, sus gustos, sus miedos… La generación del brillante Dr. Slum, el genial Son Goku, de Oliver y de Benji, del telecupón de Carmen Sevilla, de Nenuco, del Baby Feber, de Heeman, de Regreso al Futuro, de los vídeos Beta, del Cinexin, del Barco de Vapor, de las Vacaciones Santillana.
Todo ello me hace pensar en ese niño tan dulce que sale en ese anuncio (y que por poco me da un pasmo al descubrir que era de Endesa…) anunciando a voces que ni de coña cree en un mundo pasado y mejor. Yo sí que lo creo. Sí creo en lo sencillo, en el misterio, en la sorpresa, en lo auténtico, en lo incierto, en el polvo del parque, en los bocadillos de pamplonica, en la paciencia, en las flores de verdad, en las cartas y los sellos, en los mapas de papel.
Pero ya bien lo decía Karina, “Volver la vista atrás es bueno a veces, mirar hacia delante es vivir sin temor”. Y ahí estamos.

lunes, 5 de mayo de 2008

Monday monday

Las cosas cuando no las buscas, llegan de golpe y porque sí. Si son buenas o malas, eso lo dirá el tiempo que se me escapa y que ahora tanto me falta. Está mal decirlo, lo sé, pero eso de los lunes al sol tiene más mérito que el año sabático de Bardem.
Pero basta. Ya se acabó. El ritmo frenético olvidado ha vuelto, los minutos libres contados han vuelto y acompañados de nuevo hogar. Y lunes hoy, y mañana y pasado mañana, vivo en el lunes eterno y añoro el eterno domingo. Me daré un par de semanitas “luníferas” para respirar y volver a entrar en mi espíritu de fin de semana perenne.