Las cosas cuando no las buscas, llegan de golpe y porque sí. Si son buenas o malas, eso lo dirá el tiempo que se me escapa y que ahora tanto me falta. Está mal decirlo, lo sé, pero eso de los lunes al sol tiene más mérito que el año sabático de Bardem.
Pero basta. Ya se acabó. El ritmo frenético olvidado ha vuelto, los minutos libres contados han vuelto y acompañados de nuevo hogar. Y lunes hoy, y mañana y pasado mañana, vivo en el lunes eterno y añoro el eterno domingo. Me daré un par de semanitas “luníferas” para respirar y volver a entrar en mi espíritu de fin de semana perenne.
lunes, 5 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Habrá que empezarle a buscar algo en a ese lunes perenne para enseñarle a ser como domingo.
Un abrazo, que tú puedes con todo.
Sea lo qué sea,y qué se note la sangre del Priorat...
...Petons i ànims!.
Ánimo, Elita. Espero que encuentres tiempo para seguir contándonos.
Un abrazote.
bueno, ya falta menos para tenerte de vuelta :)
un besito!
Publicar un comentario