miércoles, 26 de diciembre de 2007

Rodamón


Ya estoy de vuelta. La Toscana me obsequió con todo cuanto necesitaba. Sus colinas coronadas de cipreses, sol y nieve y tardes bañadas de la tranquilidad de ser cómplice a escondidas... Y después de estos días en los que me ha sido casi imposible navegar por estos mundos, vuelvo a emprender la marcha y estaré ausente hasta bien entrado enero. Esta vez me perderé por la Europa del este, por la ciudad de mi querido Kafka, el gran Rilke y de un todavía por conocer Vladimir Holan; de paso y de nuevo por Berlin, mi tan amado rincón y por todo lo que se tercie. Seguir desapareciendo para volver a recordar…

jueves, 13 de diciembre de 2007

Firenze.it



Empecé este blog en verano, sabía que debía pasármelo entero en Barcelona y mañana parecía estar muy muy lejos... pero mañana ya casi ha llegado: ¡¡¡empiezo vacaciones!!! Y estoy taaan contenta, no me lo puedo ni creer, ¡por fin! Es algo que habla por sí solo, mi cuerpo lo necesita, necesito hacer un descanso de mi vida, necesito cambiar el ritmo , que las horas se cuelen imperceptibles... y empezaré esta aventura en la vecina Italia, en la bellísima y misteriosa Firenze, me encanta. Necesito perderme por las calles de esa ciudad que me quedó tan presente desde que fui por primera vez hace (¡ya!) trece años, saborear su aire, sentirme acariciada por lo desconocido, sentir viva mi piel de la emoción, y dormir, y leer al ritmo de esos ratos largos y lentos que sólo aparecen en vacaciones, y desayunos al sol, y despertares diferentes... ¡Qué ilusión!



miércoles, 12 de diciembre de 2007

Dominus




Hoy ya no sé nada, el mundo parece ir del revés, o tal vez soy yo la que marcha a contracorriente, de verdad que ya no lo sé. Ya no sé qué es importante y qué no, aunque quizá soy yo la que tiene valores ya desaparecidos y la que se ha metido sola en una lucha contra mí misma. Ya no lo sé.

Y hablaré claro, menos no puedo. La Central es una reputada librería de humanidades de Barcelona (y de la mano de la también reconocida Ombres Blanches, en Toulouse), hasta la fecha es quizá en la que más horas he pasado perdiendo el norte… Ya hace un par de meses que hablé y di mi apoyo a una pequeña pero fuerte asociación cultural ubicada en Toulouse; entregando todos sus esfuerzos publican trimestralmente la revista de poesía Dixit en la que cobran vida esas palabras a menudo obviadas, jóvenes, vírgenes, palabras llenas de energía y esperanza, reivindicación, lucha por un mundo que quizás ya no pueda existir… pero lucha, y sencillez, y sentimiento, y valor. E innovación. Y por eso mismo, por esas ganas de surgir, de ser, sus palabras quisieron dar el salto y llegaron a Barcelona… y se entregaron a La Central.
Bien es sabido que una librería no puede esperar vivir de poesía, que esos infinitamente criticados best-sellers son los que permiten a esa genial minoría subsistir y encontrar su sitio; ésa es, según parecía, la filosofía de La Central: apoyar a la poesía, dar paso a los jóvenes creadores y a su potencial, dar oportunidades al pequeño grupo. Hace un mes y medio que entré por la puerta con Dixit bajo el brazo; pero tras un sinnúmero de llamadas, hoy por fin se han dignado a contestar y a reconocerme que han perdido no uno, sino absolutamente todos los ejemplares de Dixit que les entregamos. No merece la pena transcribir aquí lo que les he soltado, os lo podéis imaginar, pero ¿cómo c… se pierden cinco ejemplares (y menos mal que probamos suerte sólo con cinco) de una revista de poesía, así, sin más? Indignante. ¿Dónde narices está ese valor por el que aseguran luchar cada día? Quizás sean las Navidades, que al final son todos iguales, claro; que ahora se están cociendo un montón de “réplicas zafonas” y hombre, ¿un pequeñito Dixit? Bah, si de ésos llegan cada día cientos…
Qué pena, y qué decepción. ¡Qué profesionales! Si es que ya lo digo, así vamos. Llego a la conclusión de que ya no podemos esperar más.

Así que nada, de momento nos quedamos sin ellos, sin Tony, ni Benjamin, ni Pierro, ni Matthieu, sin todos los que están al pie del cañón; nos quedamos sin un pequeño gran tesoro. De momento…

lunes, 10 de diciembre de 2007

¡Premio!



Tawaki, muchas gracias por pensar en mí y en mi calidez, ¡es todo un honor! Te felicito también a ti por tu blog, por descubrirnos a cada vez algo nuevo, por sorprendernos con cada entrada nueva.


Así pues haré yo mi selección personal de los cinco blogs que más me gustan. Valga añadir que no me es fácil dejar de lado otros que encuentro increíbles... pero elegiré a los que brillan por su calidez (como reza el premio):

Leo

Raquel

Sir John More

Javier Menéndez Llamazares

It

Gracias a todos por vuestra calidez, me encanta dejarme llevar a otro lado.

martes, 4 de diciembre de 2007

Bello y salvaje animal

La entrada de Maritornes me ha hecho recordar la sensación indescriptible de estar ante no un buen libro, sino ante un libro increíble.

Las cosas, las sensaciones vienen y se van, de nosotros mismos depende que se queden. Lógico, claro; pero si nos ponemos a pensar un poco, es tan sumamente difícil oscilar entre unos y otros y saber conservar lo que tenemos... El primer relato de los seis que componen el libro de Fridolin Schley me ha dejado absolutamente perpleja, no logro apartarlo de mi mente; realidad y ficción, amor y muerte se mezclan hasta el punto de no saber dónde estamos, porque ambos resultan ser lo mismo, por muy absurdo que parezca. El amor nos vuelve a todos locos, porque es maravilloso y doloroso a la vez, esa contradicción nos atrapa y aunque queramos, no nos deja escapar, y hace que secuestrar a la propia esposa para que el síndrome de Estocolmo haga renacer ese amor perdido, sea una de las más bellas y sorprendentes historias de amor que he leído hasta hoy.

Este libro, recién publicado en la alemana Berlin Verlag, y que ya ha ganado el premio Tukan de este año, se está cociendo por aquí. Tendré que currarme un buen informe para que no lo dejen escapar; visto el panorama, cualquiera es capaz de decir que es arriesgado... Continuaré con el resto de historias, a ver donde me lleva.